13 de agosto, 2024 | Casa Tostador
El mundo del café es tan vasto como el mar, pero hoy no hablaremos de olas del mar, sino de ciertos momentos en la historia que han marcado un hito en la forma en que consumimos y apreciamos el café.
Hablamos de "olas del café", y hasta hoy podemos identificar tres olas bien definidas, e incluso estamos viendo los inicios de una cuarta ola. Pero antes de adelantarnos, vamos a entender mejor las tres olas ya consolidadas.
La primera ola del café se refiere a la comercialización masiva y la accesibilidad del café para el consumidor promedio. Este movimiento comenzó en el siglo XIX y se intensificó durante el siglo XX con la producción en masa y la introducción de productos como el café instantáneo. En sus inicios, el café era una bebida reservada para un sector selecto de la población con acceso a recursos económicos y sociales especiales. Sin embargo, con la invención de la percoladora (la misma que sigue presente en muchos hogares) y, más tarde, el café instantáneo, el mercado evolucionó, permitiendo que el café se convirtiera en una bebida al alcance de todos.
Este período se caracterizó por un enfoque en la conveniencia y el volumen, más que en la calidad del café. Las marcas icónicas como Folgers y Maxwell House lideraron esta ola, haciendo que el café fuese omnipresente en los hogares.
Para la década de los 70, el café ya era una bebida masiva, pero algo cambió en la forma en que nos relacionamos con él. Marcas como Starbucks, la cara visible de la segunda ola, transformaron el café en una experiencia social. Ya no era solo una bebida para despertarse en casa o en la oficina; ahora tenía un papel importante como parte de la vida social. Las cafeterías se convirtieron en una "sala de estar" fuera del hogar, y al mismo tiempo, la calidad y la investigación en torno al café comenzaron a elevarse, llevando a las personas a interesarse más por la procedencia y las características de lo que bebían.
La segunda ola también introdujo una mayor diversidad en los métodos de preparación y un enfoque en las bebidas de café personalizadas, como los diferentes lattes y los icónicos frappuccinos. Esto, a su vez, creó una cultura del café más rica, con un cierto enfoque en el ambiente y la experiencia de beber café, más allá de simplemente consumirlo como un producto básico.
Con la llegada de las décadas de los 90 y 2000, la tercera ola del café fue la evolución natural en nuestra relación con esta bebida. El café ya era un fenómeno masivo (primera ola) y una experiencia social enriquecedora (segunda ola), pero aún faltaba algo: una mayor atención a la calidad y al proceso detrás de cada taza.
El acceso a más información permitió a los consumidores interesarse profundamente en todo el recorrido del café, desde su origen y variedades, hasta los procesos de secado, el nivel de tostado y las formas de preparación. Esta ola trajo consigo la experiencia artesanal y una atención al detalle sin precedentes, consolidando el café de especialidad como un actor principal, aunque algo alejado de la masividad de las olas anteriores.
Un elemento clave de la tercera ola fue el reconocimiento del café como un producto artesanal, con un enfoque en la transparencia del proceso, desde el cultivo hasta la taza. Los tostadores comenzaron a resaltar los orígenes específicos y las técnicas de procesamiento, y los baristas se convirtieron en expertos artesanos, capacitados para resaltar las complejas notas de sabor de cada café.
Desde los años 80, con la fundación de la Asociación de Cafés Especiales de América (SCAA), que evolucionó a la actual Asociación de Café de Especialidad (SCA, por sus siglas en inglés), el barista se ha transformado en un experto artesano, con capacitaciones oficiales y concursos que celebran a los más destacados.
¿Estamos en una cuarta ola? Sí y no. Para muchos en la industria, la cuarta ola aún está en proceso de consolidación, y su objetivo principal es combinar la masividad de la primera ola, la comodidad de la segunda y la sofisticación de la tercera. Mejor café para más personas. Aunque sigue siendo un tema de discusión, no podemos negar que la especialidad está ganando popularidad, y la exigencia de los consumidores aumenta día a día.
Un aspecto distintivo de esta posible cuarta ola es la innovación tecnológica y científica aplicada al café, desde métodos de cultivo más sostenibles hasta nuevas técnicas de extracción y preparación. También se observa una tendencia hacia la democratización del café de especialidad, haciendo que este tipo de café sea accesible para un público más amplio, no solo un nicho exclusivo.
En Casa Tostador, creemos firmemente en esta cuarta ola. Un futuro donde el café de especialidad no sea solo para unos pocos, sino el nuevo estándar accesible para todos. ¡Nos entusiasma pensar que cada vez más personas podrán disfrutar de un buen café en cualquier parte!
Por ahora, es todo. ¿Qué te parece si te preparas una rica taza de café? Si no tienes de Casa Tostador, envíanos un mensaje y te hacemos llegar tus granos especiales.
Tus amigos de Casa Tostador | Coffee Experience.
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